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Día de la Adherencia 2017: ¿Qué acciones se están ejecutando para mejorar la adherencia y cómo afectarán a la vida de las personas?

Las estadísticas señalan que alrededor del 50% de los pacientes crónicos no son adherentes a los tratamientos prescritos.

No hay que confundir adherencia con el cumplimiento y la persistencia: La OMS definió en 2003 el término adherencia como “el grado en que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario”. El cumplimiento hace alusión al grado en el que un paciente actúa de acuerdo con la dosis, la pauta posológica y el plazo prescrito, por consiguiente, el incumplimiento terapéutico supone que el paciente no sigue ni cumple correctamente, bien por abuso o por omisión, las indicaciones terapéuticas recibidas. Y esto incluye, tanto la medicación, la dieta, la modificación de hábitos o la asistencia a consulta médica. La persistencia está relacionada con el tiempo durante el cual el paciente continúa con el tratamiento, es decir, el tiempo que transcurre desde el inicio hasta la interrupción.

En definitiva, para que un paciente sea adherente debe ser a su vez cumplidor y persistente.

La adherencia es uno de los principales condicionantes de la efectividad de los tratamientos, con lo cual las consecuencias de la falta de adherencia son múltiples y sus repercusiones muy variables: disminución de la calidad y de la esperanza de vida, infecciones difíciles de tratar, peor control de las enfermedades e incremento de sus complicaciones, lo que repercute en un aumento de los ingresos hospitalarios, de las consultas y pruebas complementarias, con el consiguiente gasto sanitario. Y, además se produce un innecesario almacenamiento domiciliario de medicamentos.

Se desarrolló un modelo de Markov para la enfermedad cardiovascular (ECV) con el objetivo de estimar los impactos sanitarios (menor incidencia de eventos adversos y muertes evitadas) y los impactos económicos (costes sanitarios directos evitados) derivados de incrementos en la adherencia. El principal resultado obtenido es que aumentar en un punto porcentual la adherencia supondría 1.291 muertes menos y permitiría evitar 1.108 eventos cardiovasculares. Si la mejora de la adherencia fuera de diez puntos se llegaría a evitar más de 8.700 muertes y hasta 7.650 eventos cardiovasculares, con un gasto sanitario directo evitable de 75 millones de euros.

En España se han realizado distintas iniciativas dirigidas a la mejora del cumplimiento en los pacientes crónicos, pluripatológicos y polimedicados. En general, se trata de programas de intervención multidisciplinar, en los que la acción conjunta de médicos, enfermeros y farmacéuticos tiene como objetivo mejorar la adherencia de estos pacientes.

Pero para que un paciente mejore su adherencia debe adquirir un papel activo en el proceso de gestión de su enfermedad, aumentar su autonomía e incrementar su capacidad de autocuidado. Es necesario que conozca la enfermedad y la entienda, así como el tratamiento prescrito y la importancia de cumplirlo. Además, es clave que exista una relación con el médico, y el resto de profesionales sanitarios. Así se concibe el Plan de Adherencia al Tratamiento (promovido por Farmaindustria) que se estructura en un pilar básico y eje fundamental de todas las actuaciones y cinco pilares estratégicos:

  1. Optimizar el proceso de la prescripción médica para favorecer la adherencia. Incluye dedicar a cada paciente el tiempo necesario, alcanzar un buen acuerdo terapéutico médico-paciente e individualizar los tratamientos. En este sentido los sistemas de prescripción electrónica ya representan un importante avance y facilitan al médico prescribir a cada paciente el medicamento que considere más adecuado para su problema de salud.
  2. Concienciar sobre la importancia de la adherencia. Pretende incluir objetivos específicos en materia de adherencia dentro de las políticas sanitarias, poner en valor el medicamento y su uso responsable (campañas de concienciación) e identificar, definir y transmitir mensajes clave para pacientes de mayor riesgo.
  3. Establecer un programa de adherencia terapéutica. Incluye iniciativas como promover un algoritmo de medición de la adherencia, definir protocolos de coordinación y actuación de los profesionales ante pacientes con sospecha de perfil incumplidor y mejorar el seguimiento del paciente.
  4. Reducir la complejidad del régimen terapéutico. Pretende poner en valor las preferencias del paciente en el circuito de prescripción y dispensación, optimizar y simplificar los tratamientos y evitar pérdidas de adherencia por motivo de confusión.
  5. Incrementar la autogestión y el empoderamiento del paciente, facilitando la autogestión a través de las nuevas tecnologías, involucrando al paciente en la toma de decisiones, fomentando la labor de las asociaciones de pacientes
  6. Implementar un sistema de información del cumplimiento terapéutico. Necesario establecer una metodología para la recogida de información sobre adherencia, desarrollar un sistema de información de la adherencia y su impacto y establecer una plataforma de estudios de adherencia terapéutica en el sistema sanitario.

De acuerdo con este plan podemos definir la farmacia como el primer peldaño para garantizar el correcto cumplimiento terapéutico. El papel del farmacéutico para favorecer este cumplimiento terapéutico es clave por varias razones:

  • Su accesibilidad y disponibilidad.
  • La farmacia como el centro sanitario más inmediato y más cercano para la mayoría de los pacientes. Comprobar que el paciente está retirando la medicación de acuerdo con la prescripción realizada por su médico o seguimiento.
  • El farmacéutico en su papel de profesional sanitario especialista en medicamentos. Reforzar mensajes de educación para la salud
  • La relación de confianza y seguridad entre el farmacéutico y el paciente permite una comunicación más fácil.
  • Preparación de Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD).

En definitiva, la información y el seguimiento por parte del farmacéutico del tratamiento farmacológico a través de la Atención Farmacéutica son imprescindibles para el uso racional del medicamento. Organismos internacionales como el Consejo de Europa o la Organización Mundial de la Salud, apuestan por potenciar el papel del farmacéutico en el seguimiento y control de los tratamientos, en coordinación con los médicos.

En relación a mejorar la adherencia con la aplicación de nuevas tecnologías, recientemente la FDA ha aprobado una nueva medida para controlar la adherencia de los pacientes: La píldora digital: Abilify MyCite, la cuál han desarrollado la compañía farmacéutica japonesa Otsuka y la compañía de servicios médicos digitales Proteus Digital Health. La aprobación del primer medicamento en Estados Unidos con un sensor ingerible adherido a la tableta para monitorizar su ingesta «puede tener un gran potencial para mejorar la salud pública», según Ameet Sarpatwari, instructor en medicina de la Escuela de Medicina de Harvard.

El aripiprazol está aprobado para el tratamiento de la esquizofrenia y con este sistema adherido se puede controlar si la medicación ha sido tomada. El sistema funciona mandando un mensaje des del sensor de la tableta a un parche y el parche, a su vez, transmite la información a una APP del Smartphone del paciente. Los pacientes pueden dar permisos a sus cuidadores, enfermeras o médicos para acceder a la información a través de un portal web.

La mejora del cumplimiento es una inversión rentable que evitará costes excesivos a los sistemas de salud que ya están al límite, y mejorará la vida de las personas con enfermedades crónicas.

PorElisabet Basco

15 Noviembre: Día Mundial EPOC. La prevención sigue siendo el mejor tratamiento

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se define, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una enfermedad pulmonar progresiva caracterizada por una reducción persistente del flujo de aire. Puede causar disnea (dificultad para respirar, al principio asociada al esfuerzo pero que aumenta con el tiempo hasta aparecer en reposo) y predispone a padecer exacerbaciones y enfermedades graves.

Es una enfermedad que no siempre se llega a diagnosticar y es potencialmente mortal. Se estima que en 2015 murieron por esta causa cerca de 3 millones de personas en todo el mundo (según datos de la OMS), lo cual representa un 5% de todas las muertes registradas ese año.

La EPOC tiene una evolución lenta y generalmente se hace evidente a partir de los 40 o los 50 años de edad. Sus síntomas más frecuentes son la disnea, la tos crónica y la expectoración. A medida que la enfermedad empeora, los esfuerzos del día a día como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta, o incluso las actividades cotidianas, pueden hacerse muy difíciles. Los pacientes sufren frecuentes exacerbaciones, estos episodios pueden ser muy incapacitantes, requieren atención médica de urgencia (incluso hospitalización) y, en ocasiones, pueden ser mortales.

Su diagnóstico se hace en base a los síntomas mencionados y se confirma mediante una espirometría, que mide el volumen de una espiración efectuada con un máximo esfuerzo y la rapidez con la que se espira el aire.

No se cura. El mejor tratamiento es, precisamente, su prevención. Existen múltiples factores de riesgo que podemos evitar con los que se retrasaría la evolución de la enfermedad y reduciría la mortalidad:

  • Si fuma, dejarlo es la mejor manera de reducir el daño pulmonar y asegurarse de que nadie fume en casa
  • Reducir la contaminación atmosférica eliminando el humo de la chimenea y otros irritantes
  • Manejar el estrés en su estado de ánimo
  • La disponibilidad de opciones terapéuticas para la EPOC varía según los recursos. Dentro de los medicamentos empleados para tratar la EPOC se incluyen:
    • Inhaladores (broncodilatadores) – Medicamentos de alivio rápido para ayudar a abrir las vías respiratorias
    • Esteroides inhalados o fármacos de control, para reducir la inflamación pulmonar
    • Antiinflamatorios para reducir la hinchazón en las vías respiratorias
    • Ciertos antibióticos por tiempo prolongado
  • En casos graves o durante reagudizaciones, es posible que sean necesarios:
    • Esteroides por vía oral o intravenosa
    • Broncodilatadores a través de un nebulizador
    • Oxigenoterapia, en caso de nivel bajo de oxígeno en la sangre
    • Asistencia durante la respiración desde una máquina a través de una máscara o sonda endotraqueal
  • Rehabilitación pulmonar
  • Camine para aumentar la fuerza, aumentando poco a poco la distancia que camina y comentándolo con su médico para saber cuánto puede caminar
  • Evitar el aire muy frío o el clima muy caliente
  • Alimentación saludable: Coma alimentos como pescado, carne de aves, al igual que frutas y verduras.
  • En casos muy graves, existe cirugía para tratar la EPOC

La EPOC es una de las enfermedades pulmonares que genera más consultas en Atención Primaria, ocasionando un elevado consumo de recursos sanitarios. Esta realidad está muy relacionada con la baja adhesión terapéutica entre estos pacientes. Según reveló el Proyecto TAI, a iniciativa del Comité Científico del Proyecto TAI liderado por el Dr. Vicente Plaza y promovido por Chiesi, en España tan solo el 37,5% de los adultos con asma o EPOC mantienen una correcta adhesión o cumplimiento de su tratamiento con inhaladores y únicamente el 29% son buenos cumplidores en la recogida de la medicación.

Combatir la baja adhesión terapéutica puede contribuir a un mejor control del asma y la EPOC, a menos visitas al médico y a una mayor calidad de vida de los enfermos. Con esta finalidad Laboratorios Chiesi ha impulsado el Programa de Formación ADAGIO para proporcionar “a los profesionales sanitarios las herramientas y habilidades necesarias para evaluar el cumplimiento terapéutico de los pacientes y aplicar las medidas correctoras necesarias”, explica el Dr. Vicente Plaza, coordinador del Comité Científico del Programa de Formación ADAGIO y miembro del Comité Científico del Proyecto TAI, Director del Servicio de Neumología del Hospital Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) y el estudio RETAI, en el que participan 27 investigadores de todo el país y en el que está previsto incluir más de 800 pacientes. Con el objetivo de determinar el alcance de la combinación de la información obtenida mediante el cuestionario TAI y la información sobre la dispensación de la medicación inhalada en las farmacias, en la adhesión terapéutica de los pacientes tratados con inhaladores.

Otras medidas adoptadas para aumentar la adherencia al tratamiento son las nuevas tecnologías, que juegan un papel clave en la práctica médica. Un ejemplo es la App gratuita para smartphones y tablets InhalCheck, que tiene por objetivo ayudar a mejorar la técnica de inhalación para contribuir a incrementar la eficacia del tratamiento. “Hemos logrado aumentar la corrección en la técnica de inhalación. Cada vez nos atrevemos a proponer el método a más gente, y de edad más avanzada”, explica Jordi Giner, DUI de Enfermería del Servicio de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona). “Permite al paciente que utiliza dispositivos de inhalación grabar cómo realizar la técnica y mandarla a su médico o enfermera para que la pueda verificar y corregir si es necesario” indica Jordi Giner.

La terapia inhalada es la vía de elección para el tratamiento de EPOC y es fundamental el correcto uso del dispositivo prescrito. Sin embargo, no siempre la inhalación se realiza de forma incorrecta, el medicamento no alcanza adecuadamente los pulmones y no actua de forma apropiada, con lo que el paciente no se beneficia del tratamiento.

De ahí la importancia de impulsar programas de investigación, de formación y herramientas que fomenten la mejora de la adhesión terapéutica en el tratamiento es clave para la recuperación de los pacientes que padecen estas enfermedades.

PorElisabet Basco

“Mujeres y Diabetes: Nuestro derecho a un futuro saludable”, el lema del día mundial de la diabetes 2017.

El Día Mundial de la Diabetes (WDD por sus siglas en inglés) fue creado en 1991 por la International Diabetes Federation (IDF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en respuesta al aumento en la preocupación sobre el reto que suponía la diabetes.

El WDD es la campaña de concienciación más grande que existe, llegando a una audiencia de alrededor de 1 billón de personas en más de 160 países. La campaña presta atención a diferentes aspectos de importancia en el mundo de la diabetes y mantiene la diabetes en el ojo público y político.

Cada año se elige un lema y un tema diferente, este año dedicamos el 14 de Noviembre a las Mujeres y la Diabetes.

Según datos proporcionados por la IDF en Mayo, hay más de 199 millones de mujeres viviendo con diabetes, y se calcula que este total aumentará hasta los 313 millones para 2040.

La diabetes es la novena causa principal de muerte entre mujeres en todo el mundo, causando 2,1 millones de muertes cada año.

Los mensajes de la International Diabetes Federation para la campaña del Día Mundial de la Diabetes 2017 promoverán la importancia de un acceso asequible y equitativo a las medicinas y tecnologías esenciales, educación para el autocontrol e información que requieren todas las mujeres en riesgo o que viven con diabetes para que puedan conseguir resultados óptimos en su diabetes, y reforzar su capacidad de prevenir la diabetes tipo 2.

La diabetes afecta a las mujeres de distinta forma y por distintas razones, según información difundida por la IDF:

  • Los roles y las dinámicas de poder aún pueden influir sobre la vulnerabilidad ante la diabetes. Esto afecta el acceso a los servicios sanitarios y a la búsqueda de atención sanitaria por parte de las mujeres, lo cual intensifica los efectos de la diabetes sobre ellas.
  • Las desigualdades y condiciones socioeconómicas que se viven en algunas partes de nuestro planeta también exponen a las mujeres a los principales factores de riesgo de la diabetes, entre los cuales se incluyen una dieta pobre y una malnutrición, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo perjudicial de alcohol. Además, las niñas y las mujeres con diabetes se enfrentan a barreras en el acceso a una prevención costo efectiva, diagnóstico, tratamiento y atención, en especial en países en desarrollo.
  • Dos de cada cinco mujeres con diabetes se encuentran en edad reproductiva, es decir, más de 60 millones de mujeres en todo el mundo. Las mujeres con diabetes tienen más dificultades para concebir y pueden tener dificultades en sus embarazos. Sin planificación preconcepcional, la diabetes tipo 1 y tipo 2 puede resultar en un riesgo significativamente más alto de mortalidad y morbilidad tanto maternal como infantil.
  • Aproximadamente uno de cada siete nacimientos se ve afectado por la diabetes gestacional (DMG), una amenaza grave e ignorada para la salud materna e infantil. Muchas mujeres con DMG sufren complicaciones relacionadas con el embarazo, incluyendo alta presión arterial, bebés con un peso elevado al nacer y partos difíciles. En España, a las embarazadas se les realiza un cribado de diabetes gestacional, y eso no ocurre en otros países que no cuentan con esos medios y en los que ellas se ven más expuestas a una mala alimentación o nutrición y a la imposibilidad de seguir las recomendaciones de realizar deporte de forma regular.

La diabetes gestacional es una patología única en ellas, aparece por primera vez en el embarazo y aunque en el 50% de los casos desaparece, un número importante de mujeres con DMG también desarrolla diabetes tipo 2, resultando en complicaciones y costes sanitarios adicionales.

Se considera que las mujeres son más vulnerables a la diabetes porque aparte de estar más expuestas a factores de riesgo, sufren, en general, una peor evolución porque el pronóstico de una enfermedad cardiovascular en ellas es más desfavorable, ya que parece que pueden existir diferencias en la forma en que las hormonas y la inflamación actúan para desarrollar la enfermedad coronaria.

Pero, además, los síntomas de una enfermedad cardíaca son más atípicos, se puede decir que casi inexistentes, y las mujeres acuden a los servicios de urgencia más tarde, según la doctora Sonia Gaztambide, presidenta de la FSED, a lo que añade que las pruebas para el diagnóstico son menos precisas que en los hombres.

Estas son algunas de las premisas con las que trabajan la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED) actualmente.

Las mujeres y niñas deben ser capacitadas con conocimientos y recursos que refuercen su capacidad de prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2, y que, además, ayuden a influenciar en la adopción de estilos de vida sanos que mejoren la salud y el bienestar de aquellos a su alrededor y las futuras generaciones.

PorElisabet Basco

La toma de antibióticos sin prescripción médica pone en riesgo la salud de todos. World Antibiotic Awareness Week

La introducción de antibióticos en la práctica clínica, tanto para uso humano como veterinario, ha permitido un tratamiento eficaz de la mayoría de los procesos infecciosos bacterianos de nuestro entorno.

No obstante, el desarrollo de las resistencias a los antibióticos y la escasez de tratamientos alternativos, constituyen en la actualidad uno de los mayores desafíos que afronta la medicina moderna. La resistencia a los antibióticos se considera ya uno de los problemas de salud pública más serios; se trata de una amenaza global que afecta tanto a la salud humana como a la veterinaria, así como a las actividades ganadera y agrícola, el medioambiente, el comercio y la economía mundial.

La aparición de resistencias es debido principalmente a:

  • Uso incorrecto de los antibióticos; las bacterias “aprenden” a resistir la acción de un antibiótico cuando entran en contacto con él, pero si en el momento del contacto, por diversos motivos, el antibiótico no las elimina por completo y sobreviven, se vuelven más resistentes a su efecto.
  • Las bacterias; tienen una gran capacidad de adaptación y se adecúan a agentes externos con mucha facilidad. Cuando consiguen hacerse resistentes a un antibiótico pueden “comunicarse” con otras bacterias del organismo y transmitirles esta resistencia.

Según el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos se estima que en España más de 4.000 muertes anuales son debidas a bacterias multiresistentes, cifras que alcanzan los 25.000 casos si nos referimos a toda la Unión Europea, con unos costes añadidos de aproximadamente 1.500 millones de euros por cuidados extra hospitalarios, cuidados médicos y pérdidas en la productividad.

La resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva. Todos somos responsables de este fenómeno y, también, parte de la solución en la estrategia para impulsar el uso prudente de los antibióticos que garantice la eficacia de éstos en el futuro.

Atendiendo a la relevancia de este problema, se ha firmado recientemente un acuerdo global firmado por los 193 países miembros de la ONU para hacer frente a esta cuestión. Se ha creado en nuestro país un grupo coordinador de expertos, auspiciado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, para elaborar el “Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos (2014-2018)”, constituido por las partes interesadas en este tema, entre los que se encuentra el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Este plan también es conocido como Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN) y, desde que fue creado, ha trabajado en una serie de documentos vinculados a diferentes medidas, en cuya elaboración han colaborado todas las Comunidades Autónomas, más de 260 expertos, más de 70 Sociedades Científicas, así como representantes de 6 Ministerios (Sanidad, Agricultura, Educación, Economía, Interior y Defensa).

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes. Cada vez es mayor el número de infecciones –por ejemplo, neumonía, tuberculosis y gonorrea- cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.

La resistencia a los antibióticos hace que se incrementen los costos médicos, que se prolonguen las estancias hospitalarias y que aumente la mortalidad.

Es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los antibióticos. Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza. Los cambios de comportamiento también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.

Estas son algunas de las medidas que, como pacientes, podemos tomar para ayudar a que los antibióticos sigan siendo eficaces:

  • No utilizar nunca un antibiótico sin prescripción médica. Un antibiótico que te fue útil la última vez no tiene por qué serlo ahora, ya que la bacteria puede ser distinta aunque tengas síntomas parecidos. Es imprescindible que consultes siempre a tu médico antes de tomar antibióticos.
  • Cumple siempre con la duración y la dosis que te haya indicado tu médico. Si interrumpes el tratamiento antes de tiempo o la dosis no es la adecuada, habrá bacterias que tengan contacto con el antibiótico pero no serán eliminadas completamente. De esta forma, las bacterias que sobrevivan pueden volverse resistentes.
  • Emplear los antibióticos apropiados para cada tipo de bacteria. El uso innecesario de antibióticos de amplio espectro, es decir, eficaces frente a muchos tipos de bacterias, también es responsable de generar gran número de resistencias.
  • No utilizar antibióticos para luchar contra infecciones causadas por virus porque son completamente ineficaces. Usarlos para combatir, por ejemplo, una gripe, provocará que las bacterias presentes en tu cuerpo en ese momento tengan un contacto con el antibiótico, lo cual les permitirá hacerse resistentes.

Si quieres conocer más medidas de prevención y control de las resistencias a los antibióticos, visitando la página web de la Organización Mundial de la Salud encontrarás el detalle de las causas que pueden provocarla y qué precauciones hay que tomar para evitarlas.

PorElisabet Basco

Día Mundial del Dolor 2017: Dolor postoperatorio agudo y crónico

El Día Mundial del Dolor es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo objetivo es destacar la importancia clínica del dolor para el paciente y la concienciación urgente de médicos y personal sanitario para encontrar un mejor alivio al sufrimiento físico de enfermedades que causan dolor, devolviendo así al paciente la salud y una adecuada calidad de vida a través de la aplicación del conocimiento científico.

Pero… ¿qué es el dolor? ¿Cómo lo definimos?

“El dolor es una experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada a daño tisular real o potencial” (Asociación Internacional de Estudio del Dolor (IASP).

El dolor es un síntoma que está presente en más del 50% de las consultas médicas de atención primaria. Limita la productividad del paciente y la sensación de bienestar; cuando un paciente experimenta un dolor en escala leve, moderado o severo repercute en proporción en sus actividades diarias y entorno social.

LA OMS declara  que: “el dolor crónico es una enfermedad y su tratamiento, un derecho humano”.

“El dolor crónico es uno de los problemas de salud más subestimados en el mundo de hoy, pese a que tiene consecuencias serias en la calidad de vida de quienes lo padecen, y a que supone una carga importante en los sistemas de salud del mundo occidental” según Harald Breivik, fundador de la IASP y expresidente de la Federación de Capítulos Europeos de la International Association for the Study of Pain (IASP).

Fernando Cerveró, antiguo presidente IASP declaró que “el alivio del dolor a través del estudio y desarrollo de nuevas y mejores terapias, es probablemente la actividad más ineludible que el personal sanitario debe realizar”

El año 2017 se ha dedicado al dolor postoperatorio agudo y crónico, un tipo de dolor que tradicionalmente se veía como algo inevitable, que debía soportarse. Con el apoyo de la Sociedad Española del Dolor (SED) que celebra un acto institucional con el objetivo de

  • Sensibilizar a instituciones, líderes de opinión y población general sobre la problemática y enorme incidencia del dolor crónico
  • Destacar y reconocer la labor de aquellas personas que han dedicado su esfuerzo y conocimiento a mejorar los tratamientos contra el dolor o difundir su realidad y magnitud
  • Dar voz a las personas que sufren dolor crónico.

La definición propuesta por Macrae y posteriormente redefinida por Werner lo definió como “dolor persistente al menos tres meses posterior a la cirugía; dolor no presente previamente a la cirugía o con características diferentes y/o intensidad aumentada al existente previamente cirugía o dolor localizado en el área quirúrgica o a un área referida”.

En la actualidad se realizan más de 300 millones de cirugías al año en todo el mundo. La reciente convergencia de la demanda de pacientes para obtener un mayor confort tras la cirugía junto con el mayor interés clínico en promover estancias postoperatorias más cortes y libres de problemas ha transformado la práctica clínica del control analgésico postquirúrgico.

Ya han ocurrido importantes cambios durante las últimas generaciones en lo referente al control del dolor postoperatorio, desde una visión fatalista hacia la confianza en el control del dolor y mejora del proceso fisiológico y psicológico, incluso cuando el dolor persiste, o durante la transición de este dolor hacia un dolor crónico en determinados pacientes.

Además, el avance en técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y los regímenes de rehabilitación multimodal, incluyendo la analgesia, han podido optimizar la recuperación postoperatoria y mejorar el cuidado del paciente, transformando en muchas casos al paciente hospitalizado en un paciente que únicamente requiera de cuidados ambulatorios.

Hoy en día, la evaluación de la intensidad del dolor en reposo y en actividad moderada para focalizar la terapia analgésica y las necesidades de rehabilitación de un paciente, la identificación previa de los pacientes que puedan requerir una atención especial, el enfoque multimodal que combina varios tipos de medicación, la consideración de las diferencias entre pacientes, etc… en resumen, un abordaje basado en la evidencia y específico para procedimientos, pacientes y localización nos permite reducir o abolir las experiencias desagradables para el paciente, los resultados clínicos indeseados y los efectos negativos administrativos.

Entre los factores que potencialmente contribuyen a la variabilidad del dolor se incluyen las diferencias genéticas en nocicepción, las características físicas del paciente (edad, género, peso, etnia…), factores psicosociales como la expectación y el catastrofismo o factores sociales tales como el contexto o la percepción individual de la intervención y del dolor.

La práctica clínica del futuro está ya presente en algunos centros y grupos de investigación. En general se busca mejorar el abordaje analgésico multimodal centrado en el paciente integrando y, junto a este, otros aspectos para mejorar la recuperación: movilización física, control de los fluidos y temperatura, y restablecimiento de la función pulmonar, previsiblemente disminuida. Esto no tendrá como consecuencia directa que todos los pacientes tengan una intensidad de dolor de cero. Sin embargo, el control del dolor deberá ser un componente fundamental del manejo integral de los cuidados postoperatorios de todos los pacientes.

 

 

PorElisabet Basco