El Día Mundial de la Diabetes (WDD por sus siglas en inglés) fue creado en 1991 por la International Diabetes Federation (IDF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en respuesta al aumento en la preocupación sobre el reto que suponía la diabetes.
El WDD es la campaña de concienciación más grande que existe, llegando a una audiencia de alrededor de 1 billón de personas en más de 160 países. La campaña presta atención a diferentes aspectos de importancia en el mundo de la diabetes y mantiene la diabetes en el ojo público y político.
Cada año se elige un lema y un tema diferente, este año dedicamos el 14 de Noviembre a las Mujeres y la Diabetes.
Según datos proporcionados por la IDF en Mayo, hay más de 199 millones de mujeres viviendo con diabetes, y se calcula que este total aumentará hasta los 313 millones para 2040.
La diabetes es la novena causa principal de muerte entre mujeres en todo el mundo, causando 2,1 millones de muertes cada año.
Los mensajes de la International Diabetes Federation para la campaña del Día Mundial de la Diabetes 2017 promoverán la importancia de un acceso asequible y equitativo a las medicinas y tecnologías esenciales, educación para el autocontrol e información que requieren todas las mujeres en riesgo o que viven con diabetes para que puedan conseguir resultados óptimos en su diabetes, y reforzar su capacidad de prevenir la diabetes tipo 2.
La diabetes afecta a las mujeres de distinta forma y por distintas razones, según información difundida por la IDF:
La diabetes gestacional es una patología única en ellas, aparece por primera vez en el embarazo y aunque en el 50% de los casos desaparece, un número importante de mujeres con DMG también desarrolla diabetes tipo 2, resultando en complicaciones y costes sanitarios adicionales.
Se considera que las mujeres son más vulnerables a la diabetes porque aparte de estar más expuestas a factores de riesgo, sufren, en general, una peor evolución porque el pronóstico de una enfermedad cardiovascular en ellas es más desfavorable, ya que parece que pueden existir diferencias en la forma en que las hormonas y la inflamación actúan para desarrollar la enfermedad coronaria.
Pero, además, los síntomas de una enfermedad cardíaca son más atípicos, se puede decir que casi inexistentes, y las mujeres acuden a los servicios de urgencia más tarde, según la doctora Sonia Gaztambide, presidenta de la FSED, a lo que añade que las pruebas para el diagnóstico son menos precisas que en los hombres.
Estas son algunas de las premisas con las que trabajan la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED) actualmente.
Las mujeres y niñas deben ser capacitadas con conocimientos y recursos que refuercen su capacidad de prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2, y que, además, ayuden a influenciar en la adopción de estilos de vida sanos que mejoren la salud y el bienestar de aquellos a su alrededor y las futuras generaciones.
La introducción de antibióticos en la práctica clínica, tanto para uso humano como veterinario, ha permitido un tratamiento eficaz de la mayoría de los procesos infecciosos bacterianos de nuestro entorno.
No obstante, el desarrollo de las resistencias a los antibióticos y la escasez de tratamientos alternativos, constituyen en la actualidad uno de los mayores desafíos que afronta la medicina moderna. La resistencia a los antibióticos se considera ya uno de los problemas de salud pública más serios; se trata de una amenaza global que afecta tanto a la salud humana como a la veterinaria, así como a las actividades ganadera y agrícola, el medioambiente, el comercio y la economía mundial.
La aparición de resistencias es debido principalmente a:
Según el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos se estima que en España más de 4.000 muertes anuales son debidas a bacterias multiresistentes, cifras que alcanzan los 25.000 casos si nos referimos a toda la Unión Europea, con unos costes añadidos de aproximadamente 1.500 millones de euros por cuidados extra hospitalarios, cuidados médicos y pérdidas en la productividad.
La resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva. Todos somos responsables de este fenómeno y, también, parte de la solución en la estrategia para impulsar el uso prudente de los antibióticos que garantice la eficacia de éstos en el futuro.
Atendiendo a la relevancia de este problema, se ha firmado recientemente un acuerdo global firmado por los 193 países miembros de la ONU para hacer frente a esta cuestión. Se ha creado en nuestro país un grupo coordinador de expertos, auspiciado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, para elaborar el “Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos (2014-2018)”, constituido por las partes interesadas en este tema, entre los que se encuentra el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Este plan también es conocido como Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN) y, desde que fue creado, ha trabajado en una serie de documentos vinculados a diferentes medidas, en cuya elaboración han colaborado todas las Comunidades Autónomas, más de 260 expertos, más de 70 Sociedades Científicas, así como representantes de 6 Ministerios (Sanidad, Agricultura, Educación, Economía, Interior y Defensa).
Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes. Cada vez es mayor el número de infecciones –por ejemplo, neumonía, tuberculosis y gonorrea- cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.
La resistencia a los antibióticos hace que se incrementen los costos médicos, que se prolonguen las estancias hospitalarias y que aumente la mortalidad.
Es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los antibióticos. Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza. Los cambios de comportamiento también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.
Estas son algunas de las medidas que, como pacientes, podemos tomar para ayudar a que los antibióticos sigan siendo eficaces:
Si quieres conocer más medidas de prevención y control de las resistencias a los antibióticos, visitando la página web de la Organización Mundial de la Salud encontrarás el detalle de las causas que pueden provocarla y qué precauciones hay que tomar para evitarlas.
El Día Mundial del Dolor es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo objetivo es destacar la importancia clínica del dolor para el paciente y la concienciación urgente de médicos y personal sanitario para encontrar un mejor alivio al sufrimiento físico de enfermedades que causan dolor, devolviendo así al paciente la salud y una adecuada calidad de vida a través de la aplicación del conocimiento científico.
Pero… ¿qué es el dolor? ¿Cómo lo definimos?
“El dolor es una experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada a daño tisular real o potencial” (Asociación Internacional de Estudio del Dolor (IASP).
El dolor es un síntoma que está presente en más del 50% de las consultas médicas de atención primaria. Limita la productividad del paciente y la sensación de bienestar; cuando un paciente experimenta un dolor en escala leve, moderado o severo repercute en proporción en sus actividades diarias y entorno social.
LA OMS declara que: “el dolor crónico es una enfermedad y su tratamiento, un derecho humano”.
“El dolor crónico es uno de los problemas de salud más subestimados en el mundo de hoy, pese a que tiene consecuencias serias en la calidad de vida de quienes lo padecen, y a que supone una carga importante en los sistemas de salud del mundo occidental” según Harald Breivik, fundador de la IASP y expresidente de la Federación de Capítulos Europeos de la International Association for the Study of Pain (IASP).
Fernando Cerveró, antiguo presidente IASP declaró que “el alivio del dolor a través del estudio y desarrollo de nuevas y mejores terapias, es probablemente la actividad más ineludible que el personal sanitario debe realizar”
El año 2017 se ha dedicado al dolor postoperatorio agudo y crónico, un tipo de dolor que tradicionalmente se veía como algo inevitable, que debía soportarse. Con el apoyo de la Sociedad Española del Dolor (SED) que celebra un acto institucional con el objetivo de
La definición propuesta por Macrae y posteriormente redefinida por Werner lo definió como “dolor persistente al menos tres meses posterior a la cirugía; dolor no presente previamente a la cirugía o con características diferentes y/o intensidad aumentada al existente previamente cirugía o dolor localizado en el área quirúrgica o a un área referida”.
En la actualidad se realizan más de 300 millones de cirugías al año en todo el mundo. La reciente convergencia de la demanda de pacientes para obtener un mayor confort tras la cirugía junto con el mayor interés clínico en promover estancias postoperatorias más cortes y libres de problemas ha transformado la práctica clínica del control analgésico postquirúrgico.
Ya han ocurrido importantes cambios durante las últimas generaciones en lo referente al control del dolor postoperatorio, desde una visión fatalista hacia la confianza en el control del dolor y mejora del proceso fisiológico y psicológico, incluso cuando el dolor persiste, o durante la transición de este dolor hacia un dolor crónico en determinados pacientes.
Además, el avance en técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y los regímenes de rehabilitación multimodal, incluyendo la analgesia, han podido optimizar la recuperación postoperatoria y mejorar el cuidado del paciente, transformando en muchas casos al paciente hospitalizado en un paciente que únicamente requiera de cuidados ambulatorios.
Hoy en día, la evaluación de la intensidad del dolor en reposo y en actividad moderada para focalizar la terapia analgésica y las necesidades de rehabilitación de un paciente, la identificación previa de los pacientes que puedan requerir una atención especial, el enfoque multimodal que combina varios tipos de medicación, la consideración de las diferencias entre pacientes, etc… en resumen, un abordaje basado en la evidencia y específico para procedimientos, pacientes y localización nos permite reducir o abolir las experiencias desagradables para el paciente, los resultados clínicos indeseados y los efectos negativos administrativos.
Entre los factores que potencialmente contribuyen a la variabilidad del dolor se incluyen las diferencias genéticas en nocicepción, las características físicas del paciente (edad, género, peso, etnia…), factores psicosociales como la expectación y el catastrofismo o factores sociales tales como el contexto o la percepción individual de la intervención y del dolor.
La práctica clínica del futuro está ya presente en algunos centros y grupos de investigación. En general se busca mejorar el abordaje analgésico multimodal centrado en el paciente integrando y, junto a este, otros aspectos para mejorar la recuperación: movilización física, control de los fluidos y temperatura, y restablecimiento de la función pulmonar, previsiblemente disminuida. Esto no tendrá como consecuencia directa que todos los pacientes tengan una intensidad de dolor de cero. Sin embargo, el control del dolor deberá ser un componente fundamental del manejo integral de los cuidados postoperatorios de todos los pacientes.
Las enfermedades raras son aquellas con baja incidencia en la población. En Europa, se considera que una enfermedad es rara cuando afecta a menos de 5 de cada 10.000 habitantes.
En total, se estima que en España existen más de 3 millones de personas con enfermedades poco frecuentes. Estas familias viven el aislamiento y la soledad por sufrir una enfermedad poco frecuente. Se encuentran solas, sin recursos y no saben a dónde acudir. Reciben el dramático impacto del diagnóstico y la impotencia de sentir que nadie conoce su enfermedad.
Según Orphanet (portal de internet de información de enfermedades raras y medicamentos huérfanos), se han descubierto de seis a siete mil enfermedades raras (entre el 6 y el 8% de la población mundial) y se describen regularmente nuevas enfermedades en la literatura científica.
Orphanet contribuye a mejorar la visibilidad de estas enfermedades proporcionando un lenguaje común para entenderse mutuamente en el ámbito de las enfermedades raras (número ORPHA), compartiendo información de alta calidad (amplio directorio de servicios, entre ellos una enciclopedia de enfermedades raras traducida a 7 idiomas y publicación de informes periódicos con actualizaciones en el listado de enfermedades raras y sus sinónimos:http://www.orpha.net/orphacom/cahiers/docs/ES/Lista_de_enfermedades_raras_por_orden_alfabetico.pdf) y contribuyendo a la generación de conocimiento sobre enfermedades raras, trabajando con expertos de todo el mundo, desde profesionales de la salud e investigadores a representantes de pacientes y profesionales del sector sociosantiario. Todo con el fin de mejorar el diagnóstico, la atención y el tratamiento de estos pacientes.
Según la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), las enfermedades raras son enfermedades graves y habitualmente crónicas, progresivas e invalidantes. Si bien casi todas las enfermedades genéticas son enfermedades raras, no todas las enfermedades raras son enfermedades genéticas, existen enfermedades infecciosas muy raras, así como enfermedades autoinmunes y cánceres raros.
Hasta hace muy poco ni siquiera existían investigaciones reales o políticas de salud pública sobre cuestiones relacionadas con este campo, este alto déficit de conocimientos médicos y científicos es uno de los mayores problemas de estas enfermedades, que desemboca en consecuencias médicas y sociales:
La celebración del Día Mundial de la Salud Mental es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud (WFMH, en sus siglas en inglés) que se celebra en más de 100 países.
El objetivo final del Día Mundial de la Salud Mental es recordarnos que la salud de todo individuo –en todas las etapas de su vida-, es la base sobre la cual se construyen vidas plenas y satisfactorias. En 1946, la recién formada Organización Mundial de la Salud (OMS) definió “salud” como “El estado de completo bienestar físico, mental social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Cada año se conmemora este día Mundial, con el objetivo general de concienciar sobre los problemas relacionados con salud mental y movilizar esfuerzos para ayudar a mejorarla.
Este año, el tema escogido es La salud mental en el lugar de trabajo.
Al igual que los dos últimos años la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA a través de un sistema de votación popular decidió el lema de este año. Con una participación de más de mil cuatrocientas personas, el lema elegido ha sido “Trabajar sin máscaras. Emplear sin barreras” con un 43,3% de los votos.
El día 3 de Octubre se celebró en Madrid la Jornada Técnica Conmemorativa del Día Mundial de la Salud Mental. Con una asistencia de unas 300 personas, la jornada fue inaugurada por Borja Fanjul, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE y Nel A. González Zapico, presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA.
Borja Fanjul, quién se comprometió a seguir trabajando desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad “en favor de las personas con discapacidad y en concreto por la salud mental”, mencionó la necesidad de “trabajar mano a mano, entre todos, para acabar con el estigma y en favor de la promoción de la salud de todas las personas”.
Nel A. González, recordó que hoy se cumple el 25º Aniversario del Día Mundial de la salud Mental y “es muy preocupante que las personas con discapacidad a causa de un trastorno mental tengan una tasa de empleo de tan solo el 15,9%. Por ello queremos que se haga cumplir la normativa existente que garantiza el derecho a acceder y mantener un empleo”.
Los empresarios y directivos que ponen en práctica iniciativas para promover la salud mental en el entorno laboral y prestan apoyo a los empleados que padecen trastornos mentales comprueban que no solo se obtiene una mejora de la salud del personal, sino que también se produce un aumento de la productividad. Según el Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo (INSSBT), la promoción de la salud mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que propicien la salud mental y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. Estos son algunos ejemplos de estrategias para promover la salud mental en el trabajo:
Según Ángel Lara Ruiz, consejero técnico del INSSBT, “la mitad de las bajas laborales está directamente relacionada con el estrés” y además “la reducción en el rendimiento laboral tiene un coste dos veces superior al de las bajas laborales”.
En la Unión Europea, el estrés laboral es uno de los mayores problemas de salud causados por el trabajo. Se estima que el coste económico del estrés en los lugares de trabajo en la UE-15 asciende a 20 millones de euros al año y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo cifra en aproximadamente el 3% del PIB de la UE.
La Comisión Europea define el estrés laboral como un “patrón de reacciones cognitivas, fisiológicas, de comportamiento y reacciones emocionales dañinas reactivas a aspectos adversos del contenido del trabajo, organización del trabajo y del medio laboral. Es un estado que se caracteriza por niveles altos de ansiedad y angustia, con la frecuente sensación de no poder hacer frente al trabajo”.
Reconocer la importancia de la relación entre la salud física y la salud mental y el bienestar en todas las etapas de la vida es esencial para garantizar personas sanas. Como se ha demostrado innumerables veces a lo largo de la historia, descuidar la salud y el bienestar de cualquier segmento de la población, ya sean los niños, los adultos que trabajan o los ancianos, lleva a problemas humanos y sociales graves para naciones enteras.
Hoy, primer jueves de Octubre, se conmemora el Día Europeo de la Depresión (DED), con el objetivo de realizar un llamamiento sobre la necesidad de una mayor sensibilización y de promover los recursos necesarios para poder hacer frente a la importante carga asistencial que supone esta enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la depresión como la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo.
Según las últimas estimaciones de la OMS, más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015. Es una de las enfermedades psíquicas más comunes en la actualidad. Una de cada cinco personas llegará a desarrollar un cuadro depresivo a lo largo de su vida.
Es un factor desencadenante de baja médica, jubilación anticipada o de pensión por invalidez, lo que conlleva una pérdida de productividad. Este padecimiento supone el 12% del total de las enfermedades entre los trabajadores de la UE.
Lundbeck, compañía farmacéutica fundada en 1915 con la misión de desarrollar de mejores tratamientos para las enfermedades del área de psiquiatría y la neurología, define la depresión como una enfermedad compleja del sistema nervioso central que se presenta en forma de episodios, impactando de manera negativa en la vida y la productividad del ser humano que la padece y de sus familiares.
De igual forma la define la Sociedad Española de Psiquiatría y Manuel Martín Carrasco (psiquiatra) quién elaboró un documento: “Depresión: cómo ayudarnos a nosotros mismos”, el cuál añade a la definición de depresión que “casi siempre se acompaña de ansiedad, ideas repetidas de tipo pesimista, sentimientos de culpa y minusvalía personal, así como también de síntomas somáticos, entre los que destacan el insomnio, la fatiga, las molestias gastrointestinales, la pérdida o exceso de apetito, y la disminución o ausencia del deseo sexual. Con frecuencia se produce un enlentecimiento mental y físico. Por lo tanto, más que una enfermedad psiquiátrica, podemos decir que la depresión es un trastorno de todo el organismo: afecta al estado de ánimo, al pensamiento y al comportamiento, a la forma de comer y dormir, a la manera de sentirse con uno mismo y de pensar”.
Como ocurre en la mayoría de las enfermedades, no existe una causa única: Hay más riesgo de padecerla si existen antecedentes familiares, lo que indica una cierta predisposición genética. Asimismo, existen factores externos como experiencias infantiles traumáticas (como las carencias afectivas), una pérdida importante, una enfermedad crónica, conflictos familiares o de pareja, problemas financieros, entre otros. En cualquier caso, ya actúen uno o más factores, el resultado final es la puesta en marcha de unos mecanismos patológicos en el sistema nervioso central, que condicionan ciertos cambios bioquímicos; en concreto, la disminución de la disponibilidad cerebral de unas sustancias denominadas neurotransmisores, como la serotonina y la noradrenalina.
Afortunadamente la depresión se puede prevenir y tratar. La mayoría de los episodios depresivos se curan con el tratamiento apropiado; este puede consistir en medidas de tipo farmacológico, psicoterapéutico y ambiental. El tratamiento farmacológico consiste en unos fármacos llamados antidepresivos, que restablecen el equilibrio de los neurotransmisores cerebrales. Existe un buen número de sustancias antidepresivas, y aunque alguna de ellas ha llegado a ser muy popular, es al médico al que corresponde la elección del fármaco y la dosis a utilizar.
En el caso de tratamientos no farmacológicos o psicoterapéuticos, la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS) recomienda en el caso de depresión terapias cognitivas conductuales, terapias dinámicas breves y terapias interpersonales. Los resultados de los tratamientos psicológicos suelen ser satisfactorios cuando se aplican como única terapia, aunque en algunos casos puede ser más eficaz la combinación de tratamientos psicológicos y farmacológicos. Es conveniente el trabajo en equipo para atender al objetivo común de solucionar los problemas de una persona y mejorar su calidad de vida.
La falta de apoyo a las personas con trastornos mentales, junto al miedo al estigma, impiden que muchos accedan al tratamiento que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.
La concienciación social sobre el incremento de la carga asociada a la depresión se hace cada vez más patente, por lo que resulta fundamental disponer de una adecuada información sobre esta enfermedad.
Tres estadounidenses: Jeffrey C. Hall (Nueva York, 1945), Michael Rosbash (Kansas City, 1944) y Michael W. Young (Miami, 1949) han sido distinguidos este lunes con el Premio Nobel de Medicina 2017.
El proceso de elección es el mismo en todas las categorías: científicos, académicos y profesores universitarios presentan las candidaturas y los distintos comités Nobel establecen varias cribas para elegir al ganador o ganadores, hasta tres por premio. Los premios pueden quedar desiertos, algo que ya ha ocurrido en 49 ocasiones.
El Nobel de Medicina se concedió el año pasado al biólogo japonés Yoshinori Ohsumi por descubrir los mecanismos detrás de la autofagia celular, el proceso de degradación y reciclaje de componentes celulares y de gran importancia en muchos fenómenos fisiológicos.
Este año, la Asamblea Nobel del Institituto Karolinska de Estocolmo ha concedido el galardón a los “descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano”. Con otras palabras, por investigar nuestro reloj biológico.
En un comunicado, la Asamblea ha dicho que “sus descubrimientos explican cómo las plantas, los animales y los seres humanos adaptan su ritmo biológico para que se sincronice con las revoluciones de la Tierra”.
El reloj biológico es el responsable de que nos dé sueño por la noche e influye en nuestro humor, estado de alerta e incluso en nuestro riesgo de sufrir un paro cardíaco. Sus investigaciones, por lo tanto, tienen “amplias implicaciones para nuestra salud y bienestar” tal y como explica la institución.
El experimento empezó en 1984 utilizando moscas de la fruta para aislar un gen que controla el ritmo biológico normal. Sus investigaciones mostraron que este gen codifica una proteína que se acumula en las células durante la noche y se degrada durante el día, según detalla el Instituto Karolinska de Estocolmo. Más tarde, identificaron más componentes de este reloj interno, que también funciona en las células de otros organismos multicelulares, como los seres humanos.
El síndrome de cambio rápido de zona horaria, o jet lag, es una muestra de la importancia de este reloj interno para el comportamiento, los niveles hormonales, el sueño y la temperatura corporal y el metabolismo.
En el momento de su descubrimiento, Hall y Rosbash trabajaban en la Universidad Brandeis, de Boston, y Young investigaba en la Universidad Rockefeller, en Nueva York.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte (29.39%) para el conjunto de la población española, por delante del cáncer (26.36%). Según datos de la Federación Mundial del Corazón (WHF por sus siglas en inglés), son responsables de 17,5 millones de muertes prematuras y se estima que esta cifra ascenderá a 23 millones en el año 2030. Se consideran enfermedades cardiovasculares todas aquellas relacionadas con el corazón o los vasos sanguíneos (arterias y venas), es decir, todas las patologías que afecten al sistema cardiovascular, destacando especialmente la enfermedad coronaria, el infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardíaca, el accidente cardiovascular o ictus y la enfermedad vascular periférica.
En el Día Mundial del Corazón, desde Etal Pharma nos sumamos a los consejos que distintas entidades, sociedades y asociaciones de pacientes manifiestan sobre los hábitos de vida saludable y los estudios que acreditan que éstas son la principal forma de reducir el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares.
En un artículo publicado en el blog de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Carlos Macaya Miguel, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC) se menciona que la enfermedad cardiovascular es prevenible en más del 80% de los casos. “Investigar es necesario pero no deberíamos olvidar la prevención, la acción más efectiva”.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, con su documento “Prevenir el riesgo cardiovascular es prevenir las enfermedades cardiovasculares”, redactado en colaboración con Lilly Diabetes, Merck y Novartis señala la importancia de no esperar a un aviso e ir un paso por delante.
En la misma línea se manifiesta la “Societat Catalana de Cardiologia” que en colaboración con Astra Zeneca elaboró la “Guia de recomanacions per a la persona afectada de malaltia coronària” que da consejos a los pacientes que ya han sufrido una enfermedad coronaria y a pacientes que quieran evitar cualquier tipo de enfermedad cardiovascular manteniendo un excelente estado de salud.
A partir de las indicaciones de estas sociedades mencionadas y otras orientaciones de la Federación Mundial del Corazón o la FEC resumimos los principales hábitos saludables para cuidar a nuestro corazón y que, potencialmente, pueden reducir la prevalencia de la mortalidad relacionada con las enfermedades cardiovasculares:
Poner fin a la epidemia del SIDA significaría que todas las personas, con o sin VIH, fueran capaces de vivir su vida con normalidad, desde el nacimiento hasta la edad adulta y en la vejez, con dignidad y libres de discriminación. Todas las personas tendrían la misma oportunidad de crecer, desarrollarse, prosperar, trabajar y disfrutar de una vida próspera y plena, con el apoyo de leyes, políticas y programas que aborden los determinantes sociales del VIH, la salud y el bienestar.
ONUSIDA, por su parte, ha puesto fecha al inicio de esta forma de vida, hasta ahora considerada utópica: 2030.
Se contempla que 2030 sea el año con:
Pero la realidad, en España, a día de hoy es que se estima que hay entre 130.000 y 160.000 personas según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, diagnosticadas de VIH, de las cuales el 46,5% presentan un diagnóstico tardío. El diagnóstico tardío de la infección es uno de los principales obstáculos de la respuesta a esta epidemia.
Se define diagnóstico tardío (DT) como la presencia de una cifra de CD4 inferior a 350 células/µl en la primera determinación tras el diagnóstico de la infección por VIH; y enfermedad avanzada (EA) cuando la presencia de linfocitos CD4 es inferior a 200 células/µl. El objetivo, por lo tanto, es poder detectar el VIH precozmente, cuando la cifra de linfocitos aún sea superior a 350 células/µl.
¿Por qué se le da tanta importancia a la detección precoz?
La detección precoz de la infección por VIH es esencial, por varias razones, expuestas en una guía de recomendaciones para el diagnóstico precoz del VIH en el ámbito Sanitario creada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Por todas estas razones, resulta evidente la relevancia de reducir la proporción de personas con VIH sin diagnosticar, sin vulnerar el derecho a la confidencialidad y la voluntariedad de la prueba, objetivo prioritario incluido en el Plan Estratégico de Prevención y Control de la Infección por VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), en España, 2013-2016.
Si hablamos de la labor en la concienciación sobre el diagnóstico precoz no podemos olvidar a CESIDA (Coordinadora Estatal de VIH y SIDA) quién, des del año 2009, lanza una campaña anual para promover la prueba del VIH entre las personas que hayan podido estar expuestas a situaciones de riesgo.
Hasta fechas recientes, los productos sanitarios para autodiagnóstico del VIH no han estado disponibles en el mercado europeo. Sin embargo, en la actualidad, ya existen productos que han obtenido el marcado CE y que se comercializan en el Reino Unido y en Francia. Asimismo, se ha mostrado interés en la comercialización de alguno de estos productos en España.
En el momento de la redacción de este artículo existe un proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 1662/2000, de 29 de septiembre, sobre productos sanitarios para diagnóstico in vitro, eliminando la exigencia de prescripción para la venta al público y la prohibición de la publicidad en los reactivos de autodiagnóstico para la detección del VIH. A fecha de 22 de Junio de 2017, este documento de proyecto de Real Decreto se encontraba sometido a trámite de audiencia y se espera su entrada en vigor en un futuro próximo.
Sin duda, la aprobación de esta modificación del Real Decreto 1662/2000 abre un nuevo paradigma para la comercialización y publicidad de productos sanitarios que permitirán el autodiagnóstico del VIH y, a su vez, su detección precoz que permitirá abordar la epidemia VIH/Sida que, cerca de cumplir un siglo, ha producido unos 34 millones de muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).